23 de febrero de 2006

Everything all of the time

Luego de constatar empíricamente que la polémica vende y mantiene ocupada la cabeza mientras el agua sigue corriendo, comienza a aflorar nuevamente el problema existencial que viene aquejando a este cuerpito gentil.

Tengo la sensación de ser una persona que llegó al globo con un desfasaje temporal y espacial. Es decir que, en algunas situaciones, siento que estoy en el lugar correcto, pero en el momento incorrecto. Otras, me percato de estar en el momento preciso, pero en el lugar equivocado. Y sin llegar al extremo fatalista, también me ha pasado de tener que pedirle al suelo que se abra y me trague, cuando la situación de atemporalidad y extrañez espacial se conjugaban para hacerme sentir un inquilino de mi propio yo.

Haciendo un rápido análisis, se deja entrever que la ausencia de adolescencia provoca un abismo entre la niñez y la adultez en la que sólo se nos presentan dos posibilidades: madurar de golpe o aniñarse. Quizás por capricho del destino o a causa del espejo de dos hermanos mayores, yo opté por el primer camino, con todo lo bueno y lo malo que acarrea sacar prematuramente un durazno del duraznero.
Entonces, es en esa ruta de pedregullo carente de adolescencia donde uno va haciendo sus primeras armas en las cuestiones más determinantes de la vida. Cuestiones que, para un púber, serían asimiladas como los años que se le vienen encima, acompañado de llanto, para posterior reparo en el hombro de la madre/padre/tutor. Pero en el caso de un viejo de trece, catorce años, estos menesteres adquieren una magnitud trascendental, casi fatídica, que invita a la autoreflexión y, en algunos casos, al ostracismo.

He aquí el primer indicio de atemporalidad que, supongo yo, es la madre de todas las sensaciones similares que se sucitan hoy en día. Porque, en esos tiempos, comenzaron a sembrarse las semillas que hoy puedo ver crecer: entablar las mejores amistades con gente mayor; preocupaciones por la inflación, el hantavirus, la convertibilidad, el cólera, el Yoma gate, Cabezas; darle la bienvenida a las responsabilidades totalmente ajenas a un quinceañero; considerar pelotudeces las actividades de los contemporáneos.

Todas estos síntomas son los que hoy me muestran como una persona, por sobre todas las cosas, crítica.
De la vida, de los tiempos que corren, de los tiempo que vuelan. De lo que me rodea. De mí interacción con el ambiente. De lo que viene y se va. De lo que va a venir.
Y esta persitente observación de la periferia es la que lleva a evitar al presente y, por consiguiente, caer en la red de la atemporalidad y en lo extranjero del espacio.

21 comentarios:

Niño Barroco dijo...

Escuchá Heroes del Silencio y Bunbury entonces...eso es atemporal...y tiene lindas letras...y buenos sonidos...

ugenia dijo...

no sé q decirte santi, salvo q en los últimos dos años yo retomé algunas costumbres adolescentes q tenía olvidadas, y todo se hizo mucho más divertido. Está bueno volver a ser nena de vez en cuando

Mostra dijo...

Creo que todo lo que has dicho de sentirte un inquilino en vos mismo es algo que también me pasa.
Mientras leía pensaba en algo totalmente ajeno a todo, pero bueh, debo decirte que este es uno de tus mejores posteos que leí.
Gracias.

Unknown dijo...

niño: no me gusta mucho Búnbury solista, he escuchado un par de cosas de él.

Lau: gracias.

Uge: me gustaría saber qué son ésas cosas que hacés ahora que te remontan a la adolescencia.
A ver si está bueno volver a ser nene de vez en cuando.

Niño Barroco dijo...

Lo último de Bunbury tampoco me gustó.
Pero Radical Sonora es muy zarpado. Y Pequeño, para niños melancos en busca del amor...no te puedo decir... yo sé lo que te digo, te va a poner tan en sintonía con esos momentos...

Niño Barroco dijo...

Un botón de muestra

El viento a favor
(Bunbury)
SI YA NO PUEDE IR PEOR
HAZ UN ULTIMO ESFUERZO
ESPERA QUE SOPLE EL VIENTO, A FAVOR
YA SÓLO PUEDE IR MEJOR
Y ESTÁ CERCA EL MOMENTO
ESPERA QUE SOPLE EL VIENTO, A FAVOR



¿Dudar? Quizás
(Bunbury)
esta incertidumbre no la soporto
¡cómo extraño cuando era más pequeño
en ningún momento estaba solo
y todo parecía tan perfecto!

PERO SE QUE SI ME DAS
UN POCO DE TU CARIÑO
LO DEMAS NO VA A IMPORTAR


Infinito
(Bunbury)
ME CALASTE HONDO
Y AHORA ME DUELES
SI TODO LO QUE NACE PERECE, DEL MISMO MODO
UN MOMENTO SE VA
Y NO VUELVE A PASAR

y decían: '¡qué bonito!' era vernos pasear
queriéndonos infinito
pensaban: 'siempre será igual'
¿cómo lo permitimos, qué es lo que hicimos tan mal?
¿fue este orgullo desgraciado
que no supimos tragar?
engáñame un poco al menos
dí que me quieres aún más
que durante todo este tiempo
lo has pasado fatal
que ninguno de esos idiotas te supieron hacer reír
que el único que te importa
es este pobre infeliz


Lejos de la tristeza
(Bunbury - Dominguez - Gacías)
cuando en la mañana me haya ido
no tendrás mío ni un recuerdo
sólo un hueco en la almohada
donde meter tu olvido
nadarás en nombres
y pasarás sobre el mío
como quien anda un camino
tantas veces recorrido

SUEÑA LEJOS DE LA TRISTEZA
SUEÑA LEJOS DEL DOLOR
COMO SI NO HUBIERA OCURRIDO
Y AÚN ESTUVIERA INTACTO TU CORAZÓN

De mayor
(Bunbury - Copi - Royo - Gacías)
cuando era pequeño me enseñaron
a perder la inocencia gota a gota
¡qué idiotas!
cuando fui creciendo aprendí
a llevar como escudo la mentira
¡qué tontería!

DE PEQUEÑO ME ENSEÑARON A QUERER SER MAYOR
DE MAYOR QUIERO APRENDER A SER PEQUEÑO
Y ASÍ CUANDO COMETA OTRA VEZ EL MISMO ERROR
QUIZÁS NO ME LO TENGAS TAN EN CUENTA

numaleon dijo...

Coincido con Lau y quiero decir que este post se suma a los mejores que he leído aquí y en otros.

Si puedo contribuir para bien con la constante identificación que siento al leer las líneas, me alegraría.
Además, creo que se avecina un destino no muy prometedor en temas que ocupen decididamente a la adultez. En cambio veo a la adolescencia como una oportunidad hoy de cambio muy importante. Y si podemos combinar los estados, un poco de esto y un poco de aquello, seguramente la pasaremos mejor.
Saludos.

Niño Barroco dijo...

http://www.ferryhalim.com/orisinal/
Para los adolescentes como
San ti...

Unknown dijo...

numa: yo también creo que lo que viene es bastante oscuro, pero he aquí mi rasgo de niño que tiene un poco de confianza en cosas que exceden la política, el mundo y otras cosas inevitables.

niño: entre "Boy on a Stick and Slither", la poesía de Bunbury y esto, sos mi gurú oficial.
Estuve con un jueguito de unas nueces que arman ondas para espantar patos ¡buenísimo!

ugenia dijo...

yo jugué a uno de una chica q salta bichitos de san antonio, pero no lo entendí

Roma dijo...

si, tenemos cosas parecidas.....
yo tb me llevo mui bien con gente mucho mayor q yo y tengo la misma sensacion con respecto a diferentes aspectos de la vida.

Saludos

•car- dijo...

Siendo la adolescencia de ahora, te digo que a veces cuesta mantener lo "aniñado" y no madurar de golpe.

El entorno en que vivimos nos obliga un poquito cambiar nuestras costumbres de niño y pasar a otras aguas mayores.

No obstante por lo menos yo con mis 17, sigo teniendo mis salidas aniñadas que nunca espero perder.

y si, supongo que con una mentalidad mas "puesta" se pueden cambiar las cosas, y no obligar subliminarmente a los chicos a crecer tan de golpe...



muy buen post san ti...

saludos

Nene Tonto dijo...

me gustó mucho esto
Yo es como que llegué recién ahora a cierta adolescencia, igual el hecho de ser hijo {unico, vivr en una isla, y ser un poco nerd me hizo madurar r{apido. TAmbi´n soy de esos que se hacen amistades con gente mayor a mí
en fin
Abrazos
pab

Unknown dijo...

carlu, yo tampoco dejo de tener costumbres aniñadas (voy a juntar las figuritas del Mundial). Creo que lo que no tengo son costumbres adolescentes y, de hecho, reniego bastante de mis congéneres y sus actitudes ante la vida.

SalU2 a todos.

Niño Barroco dijo...

No gurús please.
Hay una canción de Heroes del Silencio que se llama Flor de Loto, que se ganó un tatuaje en mi espalda.
y tiene un verso que dice...

Nunca tuve fe en mi filosofía
Nunca tuve yo ni gurú ni guía
Nunca desprecié una causa perdida
Nunca negaré que son mis favoritas

Así que me conformo con ser tipo copado más que gurú...y eso ya es un montón...

Anónimo dijo...

Esa es una de las cosas que a mi como a carlu (somos amigas) nos pasan. Nos pasa a veces que no podemos permitirnos las ganas de vivir como se debe la adolescencia y tenemos que actuar con total adultez. Algo a lo que yo no le quiero escapar. Pero en el fondo, siempre hay un dejo... y no un dejo, siempre hay un recuerdo y esa esencia de, tener guardada el alma de nena y sacarla para mostrarme naif. Y no eso de ropa naif y moda naif, ssino el, sentimiento aniñado que llevamos dentro todos.
Y que si nos ponemos las pilas, podemos mezclarlo y hacer un adulto con un espiritu e ímpetu creativo.

Cuando ya sos grande, tenes que permitirte aunque 60 dias de todo el año, a no hacerte cargo de las cosas y ser como un niño. Sino la cabeza te estalla.

San ti, me gusta su blog. Cuando quiera, pase por el mio.
Si no se enoja quiero agregarlo a mis links.

Saludos!

Unknown dijo...

Naif e inocencia, obviamente relacionadas, son dos de las cosas que siempre rondan mi cabeza. A veces caigo en el extremo, siendo cursi y me da bronca. Pero si logro comprender que, tal vez, es un intento inconsciente de regresión y me dejara llevar por ése impulso, estaría mejor.
No soy psicólogo, eh :P

Ah, que alguien me explique lo de tutearnos entre bloggers: me hacen sentir un viejo!

Claro que podés linkear Maru, en un rato me doy una vuelta por tus pagos (también Pinamar?).

Anónimo dijo...

También de pinamar! No lo tuteo entonces.

Y no solo eso! Hoy me voy a Buenos Aires, y vivo en el barrio de Palermo!

Gracias por el link!
Saludos!!

Anónimo dijo...

vuelvo a leerte despuès de un tiempo. y te encuentro casi como un adulto, casi como un niñito.
es dulce y doloroso lo que escribiste, tan atemporal como violentamente presente.
no se si te sirva, pero cada vez que entro en ese torbellino que representa esto de ser un constante crìtico, en tiempos discontinuos, salgo de donde estoy, angustiada, muy angustiada, pero segura de que mi bronca por toda la bronca que me rodea se termina. Entonces me compro un juguete, pinturitas, chicles, muchos chicles, mielcitas, flores, me ensucio, hablo con algùn extraño, de nada o de todo. Y vuelvo al lugar de donde salì angustiada, vuelvo a mi lugar de adulta refrescada de niñez.
me gustò mucho lo que escribiste.

Unknown dijo...

A de A de A: evidentemente, las regresiones son positivas. Volver, aunque sea por un rato y con algo material como una golosina, es lo mejor que nos puede pasar para sentirnos un poco más chicos.
Creo que el único momento donde lo logro al 100% es cuando juego al fútbol. Ahí no me importa nada: si me embarro, si me raspo la rodilla, si tengo que poner la cabeza contra un poste. Es cuando mejor y más contenido me siento. Toda esa inconsciencia durante un partido es la que después me permite estar tranquilo conmigo mismo y sentir que volver no es sólo un viaje de ida.

Nessie dijo...

me voy por un rato ¡y somos una multitud!
gente: me parece o son todos adolescentes aun??
qué tal sentirse así llegando a los 30?... las categorías temporales son falaces, uno se siente cómo puede cuándo puede en el cuerpo que le toca ¿o no?