28 de agosto de 2012

Todos los meses, agosto


Todos los meses, agosto
Camina otra vez las diez cuadras ahora cruzando la plaza
frente a la farmacia rodea un cantero y elude
un perro.
De paso, un chocolate-algo dulce, si total
¿una fruta?
si no quiere un cuerpoverano
ni calzar las camisas talladas
entonces que sean dos, un tofi y un block.

iPod, bufanda, campera;
campera, billetera, débito;
débito, dni, lapicera.

Lleva la ropa al laverap y se acuerda de ir a buscarla.
Paga siempre del uno al diez
guarda en carpetas boletas de luz y gas.
Sabe cuándo vencen las expensas y cuándo hacer
la transferencia
de plata de la tarjeta para que visa no le cobre de más.
No parece soltero,
los platos no se acumulan para lavar.

El bolso, la ropa, el perfume;
la percha, el armario, el cajón;
la puta inmobiliaria;
el plato, la pileta, la alacena.

Esta vez a la izquierda, salir para la izquierda del barrio
mirá esa obra ya está hormigonada
cuando la terminen y viva la gente habrá menos presión
de agua.
Andá a saber qué pasará con la del chipá
que le vendía a los albañiles.

Las llaves, el palier, el ascensor;
el ascensor, el pasillo, las llaves;
la puerta, el baño, la notebook.

Se sienta en la cama
el tiempo lo acomoda, lo acuesta
el sol no lo deja dormir.
Qué estará haciendo esa gente en la calle
seguro comprando una casa
seguro aprende a manejar
seguro con sus sobrinos
seguro laburando freelance.

La tele, el control, el fútbol para todos.

Sale hacia la derecha del barrio, el boulevard
se acuerda de la tormenta en febrero, las ramas
que cayeron y ahora qué van a podar
quizás no viva para ver otra vez
Honduras toda arbolada.

La semilla, la tierra, el árbol.



Afuera ya es veintiocho de otoño
y un día sin viento habilita
a barrer el balcón de hojas naranjas
a soñar primaveras sin inviernos
a darse cuenta de que mañana es domingo
entonces para qué barrer esas hojas.