No sé adónde, pero me quiero ir. Tengo esa sensación de urgencia que no tiene nada que ver con las vacaciones ni con el fin de año, pero que me inquieta a que pase algo en lo inmediato.
Me quiero ir lejos mío, lejos de todo lo que no soporto.
Quiero dejar de lidiar con idiotas, cuenteros, mentirosos, burócratas.
Me quiero ir lejos de esas reuniones de muñequitos de mazapán que se sientan alrededor de una mesa a arreglar el mundo, convencidos de que son lo más importante que le pudo pasar a la civilización.
Quiero poder hacer algo que me motive. Despertarme a la mañana y anteponerme a la rutina, mostrándole que me puedo levantar por voluntad propia, que no hace falta que recurra a su amiga la costumbre.
Y como no logro nada de eso, me quiero ir.
7 comentarios:
No hay una escapatoria Santi.
La única forma es buscar dentro de uno.
cosa que aclaro, yo no puedo lograr. Menos Hoy.
Jojo, qué mensaje alentador Lau.
No, pero es verdad, la procesión va por dentro.
Y también es verdad que, hoy, está complicado.
si, ya sé como es. Es tener ganas de apagarse y que otro se ocupe de tu cuerpo. Ponerlo en alquiler por vacaciones. no?
o que nadie se ocupe de nada..
como los osos.. unos seis meses de inconciencia no vendrían NADA MAL.
Hoy el psicólogo me dijo que me tengo que tomar vacaciones de mí mismo.
Y le pagás?
Preguntale cómo se hace.
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