21 de octubre de 2005

Idilios, deidades e ideales


Idilios, deidades e ideales

Atar con el cordón umbilical
los rasgos que te unen a mi hermana;
la mentira de estar tan cerca
me aleja de la verdad.
Esperar a tenerte envidia
esperar para verte en celo
mi locura por ser tu aliado
es el precio jamás pagado
por un espacio en el cielo.
El silencio es el arma
oscura de la palabra,
se escuda en la omisión de un esbozo
de la comisura de tus labios.
La razón de tus acciones es censura
a la libertad de expresar la vida;
no hay postura que te caiga mejor
que la de sometida al sistema que elijan
buitres y mercenarios
que se cuelgan de tus miserias.

Sos la que pide la mano
para escupirla después.

Definime el amor con un color,
pero no me digas negro, porque es obvio;
no me digas gris si no lo distinguís;
no me digas blanco, no te gusta la luz,
tampoco el olor a primavera,
no conocés el arco iris
te cegás ante la lluvia y el sol.

Todo es tan normal
cuando te anidás en la sentencia,
como vivir con cara de culo
como morir con cara de orto.
Felpudo de bienvenida, me
aplastás
saludás
refregás
cepillás
admirás
maltratás
pisando vos y tus patitos
la suela marca mi piel.
Un tiro al aire
dos coqueteos
tres veces decís que sí
y al cuarto no llegás con nadie que no sea de allá.
Tensaste la cuerda en semestres
rompiste vos misma las bodas;
la próxima vez que estés sola
no quiero estar ahí,
me quedo con la relación de cabotaje
interno
de apuro
te saco
del mundo
que te saca.
No mentís,
ocultás hasta tus pasos
el boomerang será la culpa que te ata
a tu presente;
oscultás corazones vacíos
escuchás las paredes más huecas
y te llevas el sonido a dormir
para integrar en tus sueños a la vida y la muerte.

Ves
como cuando volvés
del sol y entrás a la luz del encierro:
sólo la mitad de las cosas que te esforzás en ver.

La más linda de mi universo
los planetas se alinean
sube tu marea vital
bajan mis defensas y entrás.
Aterrizás;
dame pista para correr
dame pasto cuando me agacho
no soy un camello ni un rey
pero por favor dame algo.
Sometido sumiso al poder de tu corte
me sangra hasta la suerte
el magnetismo y la actitud de muerte
con la que enfrentás tu destino.

Aprender
a tolerar días oscuros, de viento norte
y disfrutar sus primaveras, sus brisas
sin que duelan más que eso
sin empalagarse más que eso.

1 comentario:

Nessie dijo...

a nivel poético: me tienta cortar y separar y señalar versos y modificar otro, son como cuatro o cinco poemas en uno

a nivel ciclotimia: ¡adelante amigo que no decaiga!
;)