12 de enero de 2006

Mañana a la noche estoy partiendo para Pinamar,
sin expectativas más que un ansiado cambio de aire y de rutina.

Esta semana fue productiva en cuanto a creatividad.
Les dejo un cuento cortito que escribí, para descargar acá, los que tienen Winchot y el Office.
Acá, los que usan OpenOffice.


4 comentarios:

Mostra dijo...

En un momento pensaba en la desesperación por conocer personas, por poder socializar. A mi me pasa que me pregunto cómo hacen algunos para tener todos los fines de semana gente con quien salir, a quien acudir, etc.
Pero no sé, definitivamente no lo sé. Comprar personas nunca se pudo, sería como poseer a alguien, cosa también imposible (pero que muchas veces sería la mejor de las respuestas a algunos problemas, más del tono marital, no?)
Me gusta del personaje esa esperanza que tiene, esas ganas de salir adelante, aun dandose contra la pared de su propio agujero al final.
Has visto? esas cosas suyas que lo hacen sentir él, son aquellas que uno valora más allá de nada. Estás deprimido, sabés a qué podés acudir.

ugenia dijo...

santi, me gustó mucho su cuento con final triste, sobre todo porque, sabe qué?, la tensión va aumentando a medida que avanza la trama, y eso es muy difícil de lograr! lo felicito.
en cuanto a pinamar, espero que pueda meterse en la pileta de cr por mí. O mirar el cielo tirado en la arena a las 7 de la tarde, lo más lindo de ir a la playa. Beso, que se divierta! (lo vamos a extrañar x acá)

Santi Silva dijo...

Lau, gracias por compartir el sentimiento.
Supongamos que se puedan comprar personas (de hecho, se puede), ¿lo haríamos? No creo. No podríamos. Por mejores que sean nuestras intenciones.

Uge, hablaste como profe de letras y me gustó que hayas dicho lo de la tensión. Siempre tengo miedo de que no enganche, que sea una bosta todo lo que escribo.
En cuanto a Pinamar, no creo poder cumplir con lo de CR, pero lo de la playa te lo garantizo. Amo la playa a esa hora, cuando el sol empieza a bajar y el viento a amainar.
Calculo que me daré alguna vuelta por el blog.

Gracias a ambas por el comentario.

numaleon dijo...

El cuento es técnicamente muy atrayente como dijo, uge.

Increíble. A medida que iba leyendo la identificación que sentía me asombraba. Ese enamoramiento fugaz, pero serio. La escritura de improviso y la adrenalina. Esa ansiedad mezclada con nervios fulminante, paralizante antes de hacer entrega del regalo. Es así.

Hacía rato que leía algo tan bueno y cercano.